¿Es la psoriasis diferente de la tiña?
La psoriasis es una afección cutánea autoinmune crónica claramente diferente de la tiña, que es una infección por hongos. Comúnmente conocida como “enfermedad de las escamas de plata” o “psoriasis del cuero cabelludo”, su característica distintiva es la aparición de manchas escamosas de color rojo o blanco plateado en la piel, que a menudo se encuentran en los codos, las rodillas, las espinillas, el cuero cabelludo y la espalda baja. El rápido recambio de las células de la piel, causado por la producción anormal de citoquinas por parte de las células T, conduce a la acumulación de escamas de color blanco plateado. Los casos graves pueden provocar eritrodermia (enrojecimiento generalizado de la piel) y psoriasis pustulosa.
Síntomas y ubicaciones comunes de la psoriasis
La psoriasis generalmente se manifiesta como parches de piel elevados y engrosados que varían en tamaño, particularmente en el cuero cabelludo, los codos, las rodillas, las espinillas y la espalda baja. Si la psoriasis está mediada por el sistema inmunológico, también puede implicar inflamación de las articulaciones. La psoriasis eritrodérmica no produce las escamas gruesas y plateadas que se observan en otros tipos de esta afección, mientras que la psoriasis pustulosa se caracteriza por hinchazón y ampollas llenas de pus, a veces acompañadas de fiebre.
La psoriasis ungueal puede provocar picaduras, decoloración, engrosamiento y desprendimiento del lecho ungueal, asemejándose a las infecciones por hongos en las uñas. La psoriasis en las plantas de los pies puede provocar inflamación y dolor.
¿Qué causa la psoriasis?
La psoriasis se debe a un mal funcionamiento del sistema inmunológico y, aunque la causa exacta no está clara, se han implicado factores genéticos a través de investigaciones exhaustivas. Más allá de la genética, el estrés, la tensión mental, el agotamiento físico y factores externos como infecciones respiratorias, amigdalitis, deficiencias de vitaminas, consumo de irritantes, medicamentos y traumas físicos pueden desencadenar la psoriasis.
¿Cómo se trata la psoriasis?
Los tratamientos para la psoriasis se pueden clasificar en terapia tópica, oral y de luz. Tratamientos tópicos: los casos leves suelen responder bien a las cremas con esteroides, pero se recomienda precaución para evitar el adelgazamiento de la piel y otros efectos secundarios del uso prolongado de esteroides. El uso de cremas con vitamina D y ácido retinoico se ha vuelto más común, especialmente para la psoriasis que afecta la cara, los genitales y los pliegues de la piel.
Medicamentos orales: para casos extensos o inestables, se recetan fármacos de quimioterapia en dosis bajas, inmunosupresores y retinoides.
Terapia de luz: utiliza longitudes de onda de luz ultravioleta específicas de la luz solar para modular la función inmune de la piel e inhibir la hiperproliferación epidérmica, ofreciendo un efecto más duradero. La frecuencia del tratamiento suele ser de 2 a 3 veces por semana.
En los últimos años también se han introducido inyecciones biológicas, aprobadas para su uso en pacientes con psoriasis grave y artritis psoriásica, lo que ofrece una nueva opción de tratamiento. Sin embargo, debido a los altos costos, generalmente se reservan para casos graves que no responden a la luz ultravioleta ni a los medicamentos orales tradicionales.
Prevención diaria de la psoriasis
Para prevenir los brotes de psoriasis, mantenga una rutina diaria regular, realice actividades para aliviar el estrés y adopte el hábito de hacer ejercicio o prácticas de relajación durante unos minutos al día, con el objetivo de realizar de 4 a 5 días de actividad por semana. Mantenga los ambientes de vida limpios y secos, evite la humedad y el frío, y considere tomar el sol con precaución en las áreas de la piel afectadas para evitar quemaduras solares y al mismo tiempo garantizar la aplicación adecuada de protector solar en las áreas no afectadas. Opte por una dieta rica en proteínas y baja en grasas, rica en vitaminas procedentes de verduras y frutas, y evite alimentos y sustancias irritantes.
¿Puede el aceite de pescado tratar la psoriasis?
El aceite de pescado, especialmente el de caballa y salmón, rico en ácido eicosapentaenoico (EPA), puede aliviar la inflamación y reducir los síntomas de la psoriasis. Sin embargo, consumir la cantidad necesaria de EPA diariamente requeriría aproximadamente 1 kilogramo de pescado, lo que hace que las cápsulas de aceite de pescado sean una opción práctica de complemento.
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