La clave para un cuidado de la piel eficaz: descubrir su verdadero tipo de piel

¿Conoce su tipo de piel?

Antes de comenzar cualquier régimen de cuidado de la piel, el primer paso crucial es comprender claramente cuál es su verdadero tipo de piel. Si compra productos para el cuidado de la piel sin conocer su tipo de piel, no solo desperdiciará dinero, sino que también puede sobrecargar su piel innecesariamente. Por lo tanto, al realizar pruebas simples de tipo de piel, puede identificar con precisión su tipo de piel, lo que le brindará orientación para su rutina diaria de cuidado de la piel. Cuanto mejor comprenda el estado de su piel, más eficaz será su cuidado. En lugar de gastar dinero y esfuerzo en productos inadecuados, ¡es mejor conocer primero tu piel!

Dos sencillos pasos para comprobar tu verdadero tipo de piel

La condición de tu piel puede cambiar debido a factores como la edad, el medio ambiente, el clima y los cambios hormonales. Aquí hay dos métodos simples para probar su tipo de piel:
Prepare un papel secante de aceite y córtelo en cinco trozos pequeños. Después de lavarte la cara por la mañana, coloca cada pieza en tu frente, nariz, barbilla y ambas mejillas. Espere un momento, luego retire los papeles y observe la absorción de aceite. La frente, la nariz y el mentón son la zona T, mientras que las mejillas son la zona U. La cantidad de aceite absorbido le dará una comprensión inicial de la producción de aceite de su piel. Después de limpiarte la cara con un limpiador suave con pH equilibrado y agua tibia, espera de 30 a 60 minutos en una habitación con una temperatura de alrededor de 20 °C (68 °F) y buena circulación de aire. Observe su condición facial en el espejo o examine la apariencia de su piel inmediatamente después de despertarse por la mañana. Según la producción de grasa de su piel, puede clasificar su tipo de piel en uno de cinco tipos principales: seca, grasa, normal, mixta o sensible.

Piel seca

La característica más evidente es una tez seca, áspera y apagada con poros invisibles. Extremadamente susceptible a estímulos externos, como enrojecimiento, descamación y grietas por la exposición al sol. Propenso a reacciones alérgicas a los cosméticos. Alta demanda de productos humectantes.

Piel Grasa

Textura de piel gruesa y áspera con poros dilatados visibles. Producción excesiva de grasa, lo que da como resultado una apariencia grasosa y brillante. Propenso al acné y a las imperfecciones. Menos susceptible a los estímulos externos, y los signos de envejecimiento aparecen más tarde con menos arrugas. Requiere productos para el cuidado de la piel que absorban la grasa y matifiquen.

Piel normal

Tez suave, fina y radiante con buena elasticidad. Menos propenso a las arrugas. Relativamente no se ve afectado por estímulos externos. Puede desarrollar un tipo de piel más seca con la edad.

Piel mixta

Una mezcla de tipos de piel grasa y seca que afecta aproximadamente al 80% de las mujeres. La zona T (frente, nariz y mentón) es grasa con poros dilatados y producción excesiva de grasa. La zona U (alrededor de los ojos y las mejillas) está seca. Requiere un enfoque de cuidado de la piel específico para diferentes áreas.

Piel Sensible

Una definición relativamente ambigua, que generalmente se refiere a una piel que reacciona fácilmente a diversos estímulos. A menudo son rubios y delicados, con baja producción de grasa y sequedad. Incluye la rosácea, caracterizada por enrojecimiento, enrojecimiento y protuberancias en las mejillas y la nariz. Altamente reactivo a la temperatura, la luz solar, los ingredientes cosméticos y ciertos alimentos, desde enrojecimiento hasta pústulas y brotes severos. Requiere prácticas de cuidado de la piel extremadamente suaves y cuidadosas.

Seis grados de sensibilidad de la piel al sol

La tolerancia individual a la radiación ultravioleta (UV) de la luz solar varía. Aquí hay seis niveles de sensibilidad al sol:
Se quema fácilmente, nunca se broncea: típico de los tonos de piel pálidos del Cáucaso, casi de color blanco marfil. Se quema fácilmente, se broncea mínimamente: caucásicos de piel clara. Se quema moderadamente, se broncea gradualmente: tonos de piel caucásicos. Se quema mínimamente, se broncea fácilmente: común entre las poblaciones del este de Asia, como los coreanos, japoneses, taiwaneses y chinos. Rara vez se quema, se broncea profusamente: típico de los tonos de piel latinoamericanos e indios. Nunca se quema, se broncea profusamente: tonos de piel africanos. Cuanto menor sea el número en esta clasificación, más claro será el tono de la piel, pero también menor será la tolerancia a la radiación UV. Estas personas deben priorizar la protección solar y utilizar protectores solares con un SPF más alto.

Descubra el secreto del cuidado de la piel personalizado conociendo su tipo de piel

Sólo identificando correctamente tu tipo de piel podrás elegir el tratamiento más adecuado y específico, evitando los efectos adversos del uso de productos inadecuados. Examine cuidadosamente la condición de cada área de su rostro para explorar en profundidad las características únicas de su piel. Esto le permitirá seguir un camino de cuidado de la piel más eficaz y eficiente, permitiéndole nutrir y proteger mejor su preciosa piel.
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